Capítulo: La Flaca quema

¿Marihuana? No. ¿Se la han recomendado para que se relaje un poco? Sí. Pero ella quema. ¿Marihuana? No. ¿Ha considerado que esta hierva le pueda ayudar a relajarse un poco, aunque fuese solo un poquito? Sí. Pero ¿quema marihuana? No. ¿La ha probado? Sí. ¿Le ha gustado? No. A decir verdad, es más el miedo el que le tiene, ya que en una ocasión le sobrevino una pálida tan grande que prometió no volver a consumirla nunca más. Pero ella quema... pero no es marihuana. La Flaca quema calorías. Sí. Calorías. Eso es en lo único que piensa todo el día: quemar, quemar, quemar, quemar, quemar, quemar, quemar... La Flaca quema calorías y piensa todas las formas posibles que tiene, o que podría tener, para poder sentir que quema las calorías que consume, sobre todo ahora que ha comenzado su tratamiento intensivo de recuperación y rehabilitación de su cuerpo. Y de su mente, pero creo que eso ya se da más por sentado. En fin, es raro pensarlo así, pero pareciera ser algo incoherente el hecho de que justo ahora, mientras más inmersa está en su recuperación y tratamiento, más piensa en quemar calorías y contrarrestar, de alguna forma, las consecuencias de subir de peso debido a toda la ingesta de comida que debe consumir a modo de sanarse y recuperar su vida. Es como si estuviera dividida en dos: una parte quiere salvarse, pero la otra quiere boicotear todo el tratamiento con el objetivo de mantenerse en un estado precario y lamentable. Incoherente, pero es así, la Flaca quema.

Ella piensa todo. Piensa en cómo podría quemar aunque sea una caloría caminado un poco desde la cama al baño, o al momento de subir la escalera para buscar algo del segundo piso de su casa, para luego poder volver a bajar y seguir quemando aunque sea un poco... un poco más.

La Flaca lucha por no sucumbir ante estos deseos dañinos de querer quemar lo que consume, es una lucha constante, y muchas veces logra vencerlo, pero tantas otras cae en la tentación y se mueve... un poquito más... para quemar... un poquito más.

Es difícil luchar contra la mente de la Flaca, pero desde que está más enfocada en su tratamiento de recuperación, ha logrado salir más victoriosa de esta lucha. Pero aún continua ese deseo de quemar, aunque sea leve y disfrazado. ¿Marihuana? No. ¿Calorías? Sí.

¿Cuándo cesará esta agonía del quemar? No... sabe. ¿Paciente? Sí. Trata de serlo. ¿Lo logra? La mayoría de las veces sí. Qué bueno.

La Flaca quema. Y quiere comenzar a quemar ya estos pensamientos. Quemar su propia mente.

© 2020 Fernanda Cancino Espinosa. Todos los derechos reservados. Foto por Andrés Orosco.
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