Capítulo: La Flaca sueña, o por lo menos eso solia hacer

Transcurridos ya 5 meses desde que ha comenzado con su tratamiento intensivo de su trastorno de la alimentación, la Flaca se ha olvidado de soñar. Esto es raro porque es costumbre en ella soñar y tener, o imaginarse, posibles proyectos, ideas, objetivos que planea en algún momento llevar a cabo para poder así vivir la vida que siempre ha querido o, en este caso, que siempre ha soñado. Pero todos esos sueños o ideas se han esfumado de su mente y quizá, un poco también, de su corazón, desde que comenzó a tratarse la anorexia. Todo lo que en algún momento pensó que llegaría a ser, de alguna forma, ya lo ha abandonado, ya no cree que sea capaz de realizar sus sueños. Quizá incluso ahora pueda tener otros sueños, pero ni siquiera esos sabe muy bien cómo ni cuáles podrían ser. Ha perdido la razón de soñar. No sabe qué quiere hacer ahora con su vida. Y ¿Puede hacer algo con su vida en realidad? ¿Le funcionaran sus proyectos y sueños ahora, una vez que se recupere y pueda permitirse volver a tenerlos? ¿Para que soñaba tanto si no lograría ser lo suficiente como para poder alcanzar aquellos sueños? ¿Por qué yo no? se dice la Flaca mientras piensa en todo el tiempo que le ha tomado y que le tomará este tratamiento. ¿Por qué ella, que tanto se ha esforzado por tener la vida que desea tener, que sueña tener, no lo ha podido lograr, o no lo ha podido alcanzar?

La Flaca ya no sueña, o por lo menos no como lo solía hacer. Ella ya no sabe qué hacer con su vida. Piensa, ¿qué voy a hacer una vez me recupere? ¿A qué me voy a dedicar? ¿Seré actriz? ¿Seré escritora? ¿Seré modelo? ¿Seré profesora? ¿Seré periodista? ¿Seré influencer? ¿¡Qué chucha voy a hacer!? ¡No soy buena ni suficiente para nada!

Está perdida. La Flaca está perdida, siempre creyó tener su norte claro, siempre creyó ser buena para lo que amaba (actuar), pero ahora hasta eso se cuestiona... ¿Seré realmente buena? ¿Serviré para esto? La Flaca se haya en este momento en un purgatorio, en un limbo, en un intermedio, en un paso fluctuante que no tiene ni entrada ni salida, y por eso se siente perdida. Ya no sabe a dónde ir, y si bien por una parte esto lo siente como una posibilidad para poder probar muchas cosas distintas y poder replantearse las cosas de la vida, por otra parte (la más grande) se siente perdida, se siente con miedo a salir de este estado purgatorio en donde está protegida por esta ambivalencia de no tener aún un camino claro.

La Flaca está perdida también porque parte de su forma de ser realmente es ser una mujer soñadora, alguien que piensa volar muy alto algún día y ser autosuficiente y brillar, pero ahora no sueña, no brilla, no vuela, no es capaz aún de cuidarse a sí misma. Es como si volviera a ser una pequeña niña de nuevo, que busca refugio en su debilidad, en sus huesos notorios, en sus ojeras, en su pelo arrancado, en su estado de fragilidad completa. Esa no es la Flaca que conocemos. No. Ese es un disfraz del cual tiene pánico de salir, porque la vida en si exige muchas cosas a las cuales ella teme. La Flaca ya no quiere volver a fracasar, por eso no se atreve a salir de ese estado. Es como si fuera pisando cascaras de huevo: se quiere recuperar y seguir adelante con la vida, pero tiene miedo de lo que esta le pueda traer de vuelta.

La Flaca ya no sueña. Evita soñar. No quiere. Lo aborrece. Trata de vivir el ahora, el presente, pero le cuesta. ¿Quién es la Flaca si no alguien que sueña? Pero quizá ese es el problema, sueña demasiado, o solía soñar demasiado y eso le evitaba estar y vivir en el presente y apreciar las cosas como son en el ahora en vez de anhelar siempre lo que no tiene o lo que podría, eventualmente, llegar a ser de las cosas. La Flaca ya no quiere soñar. Lo evita. Le tiene miedo. Cuando se haya a sí misma soñando de nuevo, se detiene, se castiga, se reprime y trata de buscar otra cosa en qué enfocarse para dejar de hacerlo, para dejar de soñar. Y ahí entra la comida. La Flaca piensa en la comida y en cómo ésta "se acerca" en un rato más, en cómo será, si la disfrutará o no, si está dentro de los parámetros que ella se permite para que no se vaya a descontrolar y vaya a comer más de la cuenta y suba de peso y así menos pueda alcanzar sus sueños y ¡BUM!... De un momento a otro, la Flaca sobrepiensa todo demasiado y solo encuentra confort en sus intentos de controlar la comida y su cuerpo. Ella sabe que está atrapada en eso, pero muchas veces es eso mismo lo que le da más paz y tranquilidad en su vida, más aún que soñar con las cosas lindas que alguna vez pensó en lograr alcanzar.

Pero a quien engaña, la Flaca sueña igual, aunque lo evite, sueña igual. Es como su placer culposo. Ese es el problema. Sueña y se angustia a la vez, siente ansia y dolor por no tener en la realidad lo que sueña tener. Y es que a ella le cuesta demasiado no pensar en el futuro, en vez de simplemente vivir el presente y apreciar lo que ya tiene. Todos los esfuerzos de sus padres por mantenerla con vida, todo el amor que la rodea de sus seres queridos, todas las bendiciones que la vida le ha dado y le provee, todo eso ella de manera tortuosa lo siente insuficiente y es ahí cuando sueña. Sueña con lo que no tiene y se tortura a sí misma por no tenerlo. No tener el cuerpo que ella quisiera, por ejemplo, ese cuerpo exitoso, hermoso y perfecto que la llevara a la fama. Todo eso sueña la Flaca.

Es bonito soñar y la verdad es que, en su esencia, la Flaca es alguien que sueña y esos sueños son bellos y hermosos y le dan vida e identidad, pero todo se abstrae cuando comienza a soñar con un dejo de insuficiencia de su realidad. Cuando se pone malagradecida de todo lo que ya posee, sueña como medio de mejorar y ambicionar otra realidad, en vez de apreciar lo hermosa que es la que ya posee.

Pero igual la Flaca sueña, y admitámoslo, qué bonito es soñar. Quizá ahora está soñando menos por miedo a soñar, pero, aun así, al estar tan impregnado en su forma de ser, ella sueña, y sueña que algún día todo esto habrá pasado y podrá sentirse plena y en paz con el proceso de la vida.


© 2020 Fernanda Cancino Espinosa. Todos los derechos reservados. Foto por Andrés Orosco.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar